El orden geométrico racional de la composición VIII es un polo opuesto a la composición VII (1913). Pintada mientras enseñaba en la Bauhaus, esta obra ilustra cómo Kandinsky sintetizó elementos del suprematismo, el constructivismo y el estilo propio de la escuela. Combinando aspectos de los tres movimientos, llegó a los planos de color y a la calidad clara y lineal que se ve en esta obra. La forma, a diferencia del color, estructuró el cuadro en un equilibrio dinámico que pulsa a través del lienzo. Esta obra es una expresión de las ideas de Kandinsky sobre el arte moderno y no objetivo, especialmente sobre el significado de formas como los triángulos, los círculos y los qAl colocar un círculo brillante estratégicamente en el centro superior de la composición, Magritte juega con la imaginación del espectador. El círculo brillante flota en el cielo nocturno, pero aparece delante de la rama de un árbol, lo que sugiere que se trata en realidad de una fruta madura y no de una luna llena. Magritte crea una figura con doble identidad: dependiendo de la percepción del espectador, el círculo brillante cumple diferentes funciones. Magritte equilibra maravillosamente esta composición por capas, colocando una ciudad en la parte inferior de la composición y la rama del árbol en la parte superior. La obra transmite una sensación de tranquila calma, como si el espectador pudiera escuchar el canto de los grillos en plena noche.